viernes, 17 de julio de 2015

Jörn Rüsen y la conciencia histórica

La actividad memorativa de la conciencia histórica se entiende en el recuerdo que circula por medio de relatos; dichos relatos están incluidos como una forma narrativa de representación, que hace parte de la cultura histórica, al sintetizar de manera particular un consolidado de experiencias e interpretaciones del pasado. 
La orientación histórica, tanto de las operaciones mentales como de las prácticas culturales en las que se crea sentido, se refleja en una operación mental que procesa las experiencias contemporáneas, que interpreta el “yo” y el mundo bajo una intención que orienta y motiva; tal operación es la narrativa histórica.
Por medio de la narrativa el tiempo adquiere esa cualidad subjetiva de incorporación de sentido, que es necesaria por los individuos en su ambiente cultural. Cuando el tiempo se vuelve sentido cobra carácter de historia, siempre que se realice por medio de la memoria, que reúne el acervo de experiencias del pasado disponibles, para orientar la vida práctica.
La narración es la forma en la que la conciencia histórica realiza su función. La competencia narrativa “puede definirse como la habilidad de la conciencia humana para llevar a cabo procedimientos que dan sentido al pasado, haciendo efectiva una orientación temporal en la vida práctica presente por medio del recuerdo de la realidad pasada”.

Carmen Lucía Cataño Balseiro

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